La espiritualidad cristiana se traduce en la búsqueda de una existencia cristiana verdadera y satisfactoria. Implica la unión de la relación con Dios a través de su Espíritu Santo, con toda la práctica de la vida basada en la fe cristiana.
El pecado original destruyó la relación vertical, mi relación con Dios, y la horizontal, mi relación con el prójimo. En Jesucristo tenemos el puente para cruzar ese abismo, amando a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. La verdadera espiritualidad es la manifestación de esas relaciones restauradas por la reconciliación de Cristo y la obra de su Espíritu Santo. De esa forma no viviremos una religión de apariencias, enyesada y vacía, sino una vida transformada que actúa en espíritu y en verdad.
La espiritualidad en la vida cristiana
Vivir la espiritualidad cristiana envuelve algunos principios importantes que veremos a continuación.
Tener la vida de Cristo en nosotros
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
(Gálatas 2:20)
Vivir en santidad – Las disciplinas espirituales (Colosenses 3:1-17)
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
(Colosenses 3:12)
Vivir bajo la dirección del Espíritu de Dios (Romanos 8:14-39)
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
(Romanos 8:14)
Desarrollar y fortalecer la relación con Dios
¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu..
(1 Juan 4:13)
Comunión con la comunidad cristiana y con el prójimo
Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca.
– Hebreos 10:24-25
Realidades espirituales
- Dios es espíritu – «Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.» (Juan 4:24)
- La espiritualidad debe unir el corazón, la mente y las acciones (fuerzas) – «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.» (Deuteronomio 6:5)
- Debe producirse el fruto del Espíritu – «En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.» (Gálatas 5:22-23).
- Dios renueva y sustenta nuestro espíritu – «Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme
dentro de mí.» (Salmo 51:10)
Tomado de: https://www.bibliaon.com/es/predicas_escritas_impactantes/

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